domingo, 31 de julio de 2011

Me parece que me estoy volviendo paranoica. Sí, sí, paranoica. Sé que es la forma más agradable de comenzar una entrada, WEEE, FELICIDAD, FLORECITAS, ARCOÍRIS.
Es por el jodido y endemoniado sonido que hace el reloj que me compré el otro día. Tic-tic. A cualquier segundo me voy a volver gritando 'VOCES, VOCES, ELLAS DICEN QUE ESTÁN EN MI CABEZA, ¡PERO YO SÉ QUE NOOOOOO!'.
Creo que es con diferencia la entrada más chorra/extraña hasta la fecha. Prosigamos.
Hoy hemos pasado el día en la piscina, lo cual es muuuuy peculiar, porque sorpresa, sorpresa, es verano. Así que me he arrastrado por la urbanización de Marian cual lagarto en busca de sombra, vestida con mi bikini verde a lo Slytherin y unos cuantos kilos de lorzas, y luego me he ido a remojo, nadando cual ancianita agonizante.
Ya no sé ni lo que digo.
Me encuentro mirando a la pantalla del portátil con poker face, mirando a las musarañas cada 20 milésimas de segundo y a la tele cada minuto. Es una imagen totalmente alentadora, que refuerza mis ganas de vivir al nivel 55148257497516740.
Era sarcasmo, por si no os habíais dado cuenta, queridos.
Años Horas más tarde, he ido a cenar con mis padres, y después de ponerme tremendamente ceporra con una hamburguesa, pero no de esas de carne de rata con sal del McDonald's, ha aparecido mi primito, el psicópata (véanse entradas anteriores), junto con sus padres. Qué bien, que con ellos iban otros tíos no mencionados en el diario de Tom Riddle blog hasta la fecha.
Y para huir, como Señor(a) Tenebroso(a) que soy, he tenido que fingir estar muertísima de sueño, mis padres me han seguido el rollo y todos hemos salido al grito de '¡ESPARTA!' en busca del coche. Obviamente, en él habíamos escondido las escobas.
Si has llegado hasta aquí, felicidades, qué huevos los tuyos al leerte esta sarta de mieeeeerda sandeces que he escrito hoy.
Os comunico que en 10 días voy a visitar Londres. Es que quiero mirar una nueva mansión para mi colección. No, sólo violar abrazar con mucho amor a unos cuantos muchachos. Ya escribiré cuando tenga algo más interesante que contar (nunca).

L. Voldemort

jueves, 28 de julio de 2011

¡Dios mío! ¡Llevo trillones de años sin escribir nada! Ya sabía yo... Soy demasiado vaga para este oficio. Soy vaga hasta para morirme con normalidad, por eso me convertí en confeti en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte 2. Y si no lo sabíais... Haberos leído el libro, coño. Aunque en el libro no dicen nada de confeti. Ni de la party hard que se montan con él después. Hasta se hacer un cóctel exprimiendo los ojos de Bellatrix Lestrange. Aaaah, spoiler, spoiler.
No tengo ni idea de qué escribir, por si no os habíais hecho una idea con la sarta de paridas que llevo hasta ahora.
Accio inspiración. Pues nada, que no viene.
Hoy es el día X. ¿Y por qué el día X? Porque podría haber sido cualquier otra letra del abecedario, pero me ha salido a mí de la Varita de Saúco (esa que sí que tengo, ejem ejem, pene) que es la X. Y os preguntaréis todos, ¿por qué? Bueno, no, en realidad yo sé que os da lo mismo, pero os lo diré de todas formas porque no tengo más interesante que hacer en esta amena mañana de un jueves. Pues resulta que Fefe nos va a presentar oficialmente a su novia. Y digo oficialmente porque se la encontró el martes por la calle, nos la presentó, y se quedaron tan entretenidos alternando entre hablar y liarse que pasaron de nosotros, y nos dejaron al resto (amigas y yo) esperando a que el señorito Salido Mental volviese a la partida de cartas que había dejado a medias.
TODO PARA VOLVERSE AL CUARTO DE HORA Y DECIR 'AH, NO JUEGO'.
Claro. Y yo le habría podido contestar 'AH, TAMPOCO VIVES' y haberle lanzado un Avada Kedavra, pero no lo hice. Ahí es donde él debería darse cuenta de lo considerada que soy, Y NO LO HACE. En fin. Como mi querido amigo es tan sumamente vago, la verdad es que dudo que al final se acuerde de llamar a su pichoncita novia, por lo que la tarde transcurrirá sin ningún evento importante aparte de mi aclamada y deseada presencia.
Ah, y como segunda noticia más importante del día, hoy es el cumpleaños de mi padre. Ni siquiera es interesante, pero bueno.
Creo que por hoy lo voy a dejar aquí, Mortífagos míos. Si me necesitáis, tocad la Marca Tenebrosa y estaré ahí.

L. Voldemort

domingo, 10 de julio de 2011

Ya que dije que iba a escribir un post con la "comida familiar" y no lo puse porque soy una puta vaga, lo pongo ahora que estoy aburrida en casa.
Resulta que en mi familia somos gente muy guay y hacemos una comida al año. Por el cumpleaños de mi abuelo. Y dicen que una al año no hace daño. Y yo digo que eso es mentira.
Repasemos la situación: Yo había dormido unas escasas 5 horas (4 horas y media si se me permite aclarar), sumadas a las 4 horas de la noche anterior. Para mí, la señora Oscura marmota, es eso poco. Entonces, como mi familia muggle no conoce mi verdadera identidad, fui forzada a ponerme un vestido. Creo que no me he expresado bien. YO. UN. VESTIDO. Creo que lo más cercano que me pondría a un vestido sería una batamanta túnica. Pues sí, un vestido, revelando mis piernas del tamaño de un tronco de árbol anciano, mis tobillos torcidos, mis hombros de camionero, etc. Y entonces yo, repasando mi arsenal de zapatillas varias, me dije 'coño, ¿y yo qué me pongo ahora?'. Y Madre Salvadora salvaje apareció con un par de Sandalias Monas pero Asesinas. Yo, inocente de mí, me las puse, sin pensar en que mi madre es una fiel seguidora y aprendiz de Satanás. Hasta ahí todo una mierda bien.
Ahora es cuando presionáis fast forward y llegamos a la parte cuando aparecimos mis padres y yo en el bar donde habíamos quedado.
Después de una ronda de sonrisas falsas y besos en las mejillas, os presentaré el panorama:
1. Mis padres, más o menos a gusto.
2. Mi abuelo, feliz de haber reunido a la familia.
3. Mi tía la zumbada y mi tío el gracioso.
4. Mi tío el tranquilo y mi tía la controladora con los que no hablaba desde que tenía 2 años.
5. Mi primo el psicópata (10 años)
6. Mi primo al que apenas conozco pero que resultó ser otro psicópata (10 años) y mi prima la silenciosa (creo que 8 años).
7. Yo, cantando Blink-182 mentalmente y deseando llevar vaqueros, Vans y una sudadera cómoda, a punto de soltar que es Lord Voldemort y que no merece este trato mediocre.
Una vez pasada una hora de incómoda estadía en el bar, y de mi descubrimiento de lo difícil que es llegar a la comida cuando todo el mundo al que apenas conoces se ha apoltronado en la barra, no quieres molestar y te debates entre un desmaius o alargar la mano con una sonrisa incómoda para coger una loncha de jamón, pusimos rumbo al restaurante bajo el abrasador sol. Por aquel entonces yo iba descubriendo lo demoníacas que eran esas sandalias, pero me limité a caminar en silencio junto a mi abuelo, que me iba hablando de la muerte (agradable tema de conversación). Llegamos a el tugurio restaurante, y yo tuve el suficiente cuidado y fui lo suficiente precavida como para sentarme a una distancia prudente de mis primos los psicópatas (que se estaban peleando por una Nintendo DS), la distancia de seguridad para que la sangre no llegase a mí en caso de accidente. Una vez pedida la comida por mi tía, a la que a partir de ahora llamaremos la Controladora, empezaron las típicas conversaciones insustanciales sobre las vidas ajenas, aunque afortunadamente nadie se fijó en mí, que estaba haciendo un gran esfuerzo por parecer parte del decorado. De vez en cuando llegaba algún comentario a mis oídos y mi principal pensamiento era 'de acuerdo, lo apuntaré en la lista de cosas que me importan una mierda'. ¿Sabéis ese momento en el que empiezas a pensar que tus primos pequeños son unos psicokillers? Bueno, pues llegué a esa conclusión cuando los vi armados con dos cuchillos peleándose por jugar al Need For Speed. Los tuvieron que separar a gritos, y todos seguimos comiendo, y santas pascuas. Encontré el momento de mi vida cuando les dijeron a mis primos que dejasen la Nintendo DS, por lo que me abalancé sobre ella con un 'YALACOJOYO' y me puse a jugar al Mario Kart. Uno de mis primos psicópatas se abalanzó sobre mi espalda y me arrancó la Nintendo literalmente de las manos, por lo que continué en mi voto de silencio. De esto que la Loca le vio cierto atractivo a mi espalda y se puso a sobármela. Conclusión: Tengo una contractura que te pasas en los hombros por coger malas posturas en el ordenador (introducir cara de Yao Ming aquí). Con lentitud, empecé a soltar el típico  'bueeeeeeeeno', que es mundialmente conocido como 'la forma más suave de comenzar una despedida' (la opción dos era desaparecerme), y parece ser que todos me siguieron la corriente y huimos. Hasta ahí la versión oficial.
La versión extraoficial se extiende hasta el momento en el que las demoníacas sandalias, creadas por la Inquisición, me dejaron los pies hechos un Cristo y fui cojeando por la calle hasta la parada del autobús y volví a casa a amargarme la vida pensando en que no iba a ir al concierto de Paramore, que es mañana hoy.
Y como no tengo nada más que contar y lo más probable es que no os interese mi vida, hasta aquí el post.

L. Voldemort

jueves, 7 de julio de 2011

Anoche me dí cuenta de una cosa.
Yo tengo una foto con ÉL.
Bueno, también sale más gente. Lo importante es que salimos ÉL y yo.
Pero, ¿sabéis qué es lo malo? Que ÉL sale cortado por la mitad en la foto.
Y me dan ganas de ir a casa de la persona que hizo la foto y decir "PEROENQUÉCOJONESESTABASPENSANDOALMADECÁNTARO".
Y "CÓMOHASPODIDOHACERMESTOCACHODETROZODEPATATAPERSONA"
Y "HARRYJUDDESUNCOÑOYLOSDEMÁSDESUBANDASONGAYS".
Y "NOPODRÍASHABERENFOCADOMENOSALAGENTEQUESALEPORELOTROLADOYHABERLEENFOCADOMÁSAÉL".
Hechas unas pocas reflexiones y dado que nunca más me volveré a encontrar con ÉL, porque vamos a institutos diferentes y apenas nos encontramos por la calle, he decidido que me daré a las drogas en un par de años, me desintoxicaré, me echaré al campo con un rebaño de cabras, casualmente me encontraré con Danny Jones acompañado de uno de los alegres matusalenes que poblarán la aldea en la que viviré, me pedirá matrimonio, y como ÉL para entonces ni se acordará de mí ni recordará que alguna vez fuimos compañeros de clase, todos seremos felices y comeremos bocatas de Nutella y brindaremos con Red Bull.
Y hasta aquí  mi desvarío diario, que cada vez es más desvarío y menos post decente.

L. Voldemort

miércoles, 6 de julio de 2011

Escribo por puro aburrimiento veraniego, porque como es evidente, no tengo nada interesante que contar (os lo dije). Como soy una patata persona muy guay, hoy hablaremos de Páramour Paramore. Resulta que aquí la menda tiene dos amigos que van a ir al concierto, y por mucho que me duela en la Marca Tenebrosa el corazón, yo me quedo en casa. Sísí, en casa. Envidia, ¿eh? Claro, ellos van a ver a Paramore, pero yo me quedo en casa contemplando y estudiando atentamente el entorno y hábitat natural de las musarañas, el desarrollo del apareamiento de mis dos pájaros, Alex y Jack los cuales son machos y no sé cómo van a reproducirse, pero bueno, comiendo como una cerda como si no hubiese visto un plato en mi vida y lamentándome de la soledad y el patetismo de mi vida amorosa mientras como helado de Ben & Jerry's y veo una comedia romántica amorosa con final feliz.
Que esa es otra, mi vida amorosa.
Que eso sí que es algo más aburrido que tejer bufanditas de colores varios y estampados florales.
Y todo por culpa del señor Danny Jones. No, vale, en realidad no. Es culpa de... El... ¡Yo qué sé! Preguntémosle a Matías Prats.
Yo ya no sé ni para qué me molesto en escribir si sólo me salen chorradas.
En fin, que pasaré toda mi vida sola. Me echaré al campo con varias iguanas como mascotas llamadas Zukie 1, Zukie 2, Zukie 3, Iguana 1, Iguana 2, Iguana 3, y así sucesivamente. Y una serpiente. Nagini, se llamará. En un pequeño pueblecito de Inglaterra, más o menos al norte, en una casita/cabaña/choza/chabola, donde los niños cuando pasen cuenten historias sobre cómo acabé mi vida con unos cuantos reptiles en casa, vendiendo galletitas con droga untadas con Nutella para costearme los conciertos y las pizzas.
Eso, que me enrollo más que las persianas.
Esto no cuenta como un post, más bien como un desvarío, ¿vale? No me lo tengáis en cuenta.

L. Voldemort

lunes, 4 de julio de 2011

Bienvenidos al Callejón Diagón.

¡Yayy! He decidido hacerme un coso de estos para escribir mis chorradas los acontecimientos que se desarrollan en mi vida (que son menos interesantes que ver germinar una patata, para que nos entendamos). La verdad es que escribiré más bien poco, porque tengo menos memoria que Dori, y se me olvidará que tengo una cosa llamada blog. Siendo tan guay como soy... Me he dicho a mí misma 'Esti, no sé qué haces con tu vida, aburrida, en verano, que todavía no tienes un blog tó pro de esos que tiene todo el mundo'... Y me he hecho uno. Interesante, ¿eh? (NO)
Todavía no me ha pasado nada digno de mención, así que... Por hoy lo voy a dejar aquí. Esta tarde hay piscina, y como a Danny Jones no se le antoje darse un garbeo por aquí, me parece que todo seguirá aburridííísimo.
Voy a ir terminando. Me despido, queridos admiradores, jamelgos, chorbos, mortífagos, etc.

L. Voldemort.